Trampantojo en la Noche Blanca (Avilés – 27/05/2016)

Amado González Hevia, «Favila», y su equipo que contó con la presencia de Juan de la Fuente, elaboraron a los pies de la Escuela de Artes y Oficios: una fantasía hecha con témpera en la que los protagonistas eran una foca y un tiburón.

«Teníamos envidia de otras grandes ciudades de representar cosas en las calles. La idea que tenemos es que se pueda hacer más veces en verano o incluso hacer un concurso y que Avilés también tenga fama de trampantojos», comentó Favila. Al estar hecho con témpera, el agua les jugó algunas malas pasadas para conseguir terminarlo. Sin embargo, el mal sabor de boca se lo quitarán durante el campus que organizarán en julio en Artes y Oficios ya que uno de sus objetivos es recrear el dibujo de ayer en el interior del centro educativo.

 

Paisajes de Juan de la Fuente

Juan José de la Fuente López (1949), Diplomado en Arte Publicitario, dibujante (1966 – 1983), en el taller de Don Amado González comenzó a realizar exposiciones colectivas e individuales en 1999. Varias veces hemos visto obras suyas en la Sala Pablo´s de Gijón donde expuso por primera vez en 2003. Pinta paisajes rurales de Asturias, de los que yo quisiera resaltar algunas características. Agradan y sorprenden los lugares elegidos, pues huye de lo demasiado convencional y busca sitios menos vistos como Puerto Marabio, Illas, Las Llongas, Coceña, Pen, Aguilera, Bada, Sistiello, Las Rozas, lugares que necesitamos ubicar en sus concejos para situarnos. Pero más agrada y sorprende cierto toque de modernidad que respiran sus obras gracias a la imprimación de las telas.

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Cuando el pintor superpone el óleo ya la tela posee una primera historia, como si se tratara de algo reciclado, una pintura sobre arrepentimientos anteriores, un cuadro que antes tenía otro cuadro. Trabaja el pintor con la luz de abajo a arriba. Parte de caminos o arroyos, pasa por el mediodía de las arquitecturas rurales y se pierde en los cielos. Un repertorio de aguas, árboles, portillas, verjas, varas de hierba. El juego de los tejados rojos y las paredes blancas, los caminos claros bordeados de sebes oscuras e imprecisas, las divisorias de piedras irregulares en contraste con los reflejos en el agua o la sutileza de toque que configuran las ramas de los árboles.

Podemos tomar «Galicia rural»  como un ejemplo emblemático de su buen hacer. Ha escogido un punto de vista muy alto, casi como de vista aérea. Aunque no lo parezca la gran «S» del camino a la izquierda organiza todo el cuadro y se repite de varias maneras en la disposición de la granja. En la parte superior sobre la mansión campesina, las tierras recién labradas conservan en los barnices texturados el recuerdo de anteriores cosechas. No hay aquí cielo, sólo un terruño que va perdiendo densidad y se alijera en la parte alta de la obra.

Crítica de José Antonio Samaniego

Crítica de Favila

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Juan de la Fuente, que firma cuadros como De la Fuente, nació en Grado el 13 de febrero de 1949. Diplomado en Arte Publicitario, Diplomado en Relaciones Públicas. Es un pintor autodidacta, su vida gira en torno al arte.

Ya en su juventud colabora con mi padre, Amado González (pintor y escultor) en la restauración de la Iglesia de Santiago de Ambiedes, pintando los magníficos frescos de sus bóvedas. Posteriormente realiza y participa en diferentes certámenes y exposiciones, siendo reconocido y seleccionado en varias ocasiones.

En esta muestr nos ofrece obra de distinto sentido pictórico, aunque en realidad no es difícil encontrar a través de todas ellas una unidad en cuanto al trazo, el color y la composición. Con un adecuado empleo de los recursos técnicos en sus óleos de pincelada suelta y jugosos de color utiliza una paleta con cuatro colores básicos. En su composición simula los reflejos del agua con sólo unas pinceladas limpias y atractivas, entonadas y ambientadas con certeza.

Podemos concluir que estamos ante un artista.

Favila